MASSA, DUHALDE Y TODOS LOS
DEMÁS
Despechados del mundo, ¡uníos!
Apenas dos días después de las PASO, Hugo
Moyano vaticina que “cuando los intendentes o gobernadores que se arriman tanto
al Gobierno empiecen a sentir más profundamente el olor a cala, tomarán
distancia”. Quizás lo diga por experiencia propia.
El gran sondeo nacional del domingo 11 de
agosto dejó al camionero definitivamente adentro del cementerio. Nada lo
amedrenta, sin embargo: aspira a salir por la puerta grande, colándose entre los
vivos. “Si los muchachos me lo piden no me voy a negar” a ser candidato de
presidente en 2015, anuncia, cayendo en el ridículo y el descrédito totales. Con
Clarín detrás, cual guardaespaldas, cualquiera es un valiente.
Proporcionalmente, a los candidatos de
Moyano los votó menos gente que la que, con mucho esfuerzo y aparato, había
logrado reunir en su última manifestación a Plaza de Mayo. Ninguno de sus
alfiles alcanzó posiciones electivas al menos expectantes, y en el caso de Julio
Piumato, ni siquiera entró en la liguilla. Pese a todo, el jefe sindical de la
fracción cegetista más afín al Grupo Clarín, cree estar disputando el oro
olímpico. Para Moyano, las PASO fueron su QEPD.
A propósito, ahora que el soberano
electorado de la capital dejó a Piumato fuera de competencia en octubre, y
siendo que el massismo (por el que Moyano aconsejará veladamente votar) tiene un
acuerdo cada vez más obvio con Mauricio Macri, ¿veremos a las camionetitas del
gremio de trabajadores judiciales repartiendo merchandising PRO?
El exagerado escenario que tras las
Primarias del último domingo montó la derecha política y mediática, en sus
múltiples manifestaciones, es inmejorable para la rica herencia maldita del
kirchnerismo. La leyenda del aguafiestas, al palo. Un campeón que se sabe
retador ante sus batallas más desafiantes es doblemente campeón. Si la repentina
muerte física de su líder no pudo con el kirchnerismo, ¿cómo habría de
liquidarlo el susurro de su pueblo, con el que el oficialismo conversa
asiduamente porque se sabe parte intrínseca de él?
Totalmente cebados, en La Nación uno recrea
la novela del botellazo que Néstor Kirchner habría arrojado contra la pared en
2009, cuando conoció los resultados de la elección, la noche del 28 de junio. En
el mismo diario, otra cronista dice haber visto llorar al intendente de Morón,
Lucas Ghi. Lástima que nadie había allí para tomarle una fotografía a sus ojos
vidriosos. Historias de autoayuda.
Clarín, peor: el inefable Van der Kooy dice
que Cristina lloró en soledad durante media hora seguida. “Fue recién, entonces,
cuando los encuestadores y tres funcionarios debieron correrle el telón de la
verdad. Cristina se apartó para llorar”, escribe con la prosa de un mal
novelista de la tarde. No es, sin embargo, lo más extravagante del grotesco
folletín en que se convirtió el Gran Diario Argentino: “Esa trastienda
justificaría por qué razón la Presidenta bajó tan tarde al salón donde la
aguardaban estoicos militantes. Explicaría, además, el grueso maquillaje que
cubría sobre todo la zona de sus ojos”, continúa. Textual. Fábulas
automasturbatorias.
El maquillaje. ¿Tomará dimensión Magnetto
sobre las cosas que escriben sus argumentadores estrella, de cuál fuente se dan
de tomar? ¿Estaremos otra vez a las puertas del regreso de los agudos
politólogos de los tacos aguja, los teóricos de las carteras Louis Vuitton, los
filósofos de la bipolaridad? ¿Qué consejo médico tendrá para darnos el doctor
Nelson Castro?
Despechados del mundo, ¡uníos! Massa, que es
Duhalde y Magnetto, abre el portón para que ingresen en fila india, de a uno en
vez, Peralta, Moyano y Das Neves. Barrionuevo ya estaba; su esposa también. Los
seguidores de Luis Abelardo Patti ya cuidaban las espaldas hacia el norte,
expresados por el intendente Sandro Guzmán (que no es el ex arquero de Boca). Ya
basta de confrontación. Como quien ofrece una parcela de tierra en un camposanto
privado, resucitados y nuevos muertos tienen prometido su lugar bajo el cielo
del nuevo ciclo. Suturemos la grieta y que haya lugar para todos. “2011 tiene
que parir un gobierno para los que quieren a Videla y los que no”, reclamó
Duhalde en febrero de 2010. Con cuatro años de retraso, Massa lo promete para
2015.
Yo, desconfiaría. La borrachera posterior al
triunfo en las PASO no debiera hacerlos prescindir de algunos datos concretos,
duros, que ofrece la realidad política. A saber: agosto no es octubre todavía. A
Cristina le restan dos años de mandato. Las expectativas económicas son
favorables. El nivel de consumo continúa alto. La desocupación conserva bajos
sus indicadores. Las reservas se mantienen. No hay amenazas a la solidez
moneteria. La recaudación tributaria bate mes a mes su propio
récord.
“Ya nos sentimos campeones”, dijo en los
medios el DT del Palmeiras brasileño antes de disputar la final con Boca, en San
Pablo. Corría el mes de junio del año 2000. El exabrupto le sirvió a Carlos
Bianchi para motivar a sus dirigidos y obtener, contra todos los pronósticos, la
primera copa Libertadores en su paso por el club xeneize. Saturada de
obviedades, la naturaleza se prepara para imitar otra vez al arte.
Demetrio;
ResponderEliminarOjalá que algún día puedas volver a ver la realidad con los dos ojos.-
Tus opiniones son mentira pues son pura ideología sin pie en la realidad.-
Saludos, Enrique.-