El paro patronal de piumato
Vamos a plantear que ninguno se preste para dividir fuerzas en la justicia. Nosotros les decimos a los jueces que piensan distinto, que hagan una lista y ganen la Asociación de Magistrados. Si arman otra Asociación es porque responden a las directivas del gobierno que divide todo para reinar", dijo Julio Piumato el jueves 8 de marzo, frente a Tribunales.
Parece el juez Cabral quien habla, presidente
de la Asociación de Magistrados. O Lorenzetti, que presenta
equivocadamente como homogénea, férreamente unida y cerrada en sí misma a
una institución que atraviesa una gran discusión interna. Pero no: es
el representante de los trabajadores. En esa breve línea de su discurso
ya estaba comprendida toda su línea de acción y el previsible paro de 72
horas que hoy comienza en Tribunales. La medida coincide sugestivamente
con el cacerolazo y es muy festejada por la derecha que resiste la
transformación de la justicia: sin dudas, los trabajadores del Poder
Judicial (no tanto su líder gremial) cuentan con mayor crédito social
que los jueces y los políticos de la oposición. Aquellos jueces "que
piensan distinto" son quienes fueron a justicia Legítima y están de
acuerdo con la democratización del Poder Judicial. "Hagan una lista y
ganen la Asociación de Magistrados", quiere decir: la legitimidad entre
los jueces la tienen quienes rechazan la democratización, representados
por Cabral, y punto. ¿Quién te crees que sos, Gils Carbó?
Piumato piensa igual que aquellos que respondieron: "No jodan con Perón" cada vez que el kircherismo tensionó las síntesis ideológicas del PJ. Para Piumato es: "No jodan con el Poder Judicial".
Ninguno de los proyectos presentados en el Congreso altera las condiciones laborales del personal que Piumato convoca a parar desde hoy.
Hacía rato que Piumato buscaba una razón objetiva para justificar su nuevo universo de aliados judiciales: los magistrados más conservadores. La encontró en los proyectos de ley para reformar la justicia. Por fin coinciden en él la circunstancia exterior y su más íntima voluntad ideológica y política.
El mensaje de Piumato se presenta confuso, pero es inequívoco. Les muestra a los trabajadores el lienzo rojo del ajuste, de la rebaja salarial, de "el sueldo no se toca", para que lo embistan, y una vez que bramó el toro, corre el paño y todos pasan de largo, tras lo cual esperan Momo Venegas, la Asociación de Magistrados, el duhaldismo residual, y esa imprecisa criatura, amorfa, que pueda surgir de la derecha peronista, cuyos márgenes llegan hasta Macri.
Previsiblemente en 2015, y quizás en 2013, ese múltiple espectro opositor tenderá a unirse (desde los "chavistas" del FAP que votarían a Capriles, hasta De la Sota). Quizás así Piumato logre su tan ansiada diputación.
Al obvio comunicado de rechazo a la reforma firmado ayer por la Asociación de Magistrados le faltó un párrafo: su apoyo incondicional al paro de Piumato.
Raro en Tribunales: un plan de lucha gremial con demasiadas garantías.
Difícil que esta vez los jueces eleven a la oficina de personal la lista de trabajadores que se adhieran a las medidas.
Piumato piensa igual que aquellos que respondieron: "No jodan con Perón" cada vez que el kircherismo tensionó las síntesis ideológicas del PJ. Para Piumato es: "No jodan con el Poder Judicial".
Ninguno de los proyectos presentados en el Congreso altera las condiciones laborales del personal que Piumato convoca a parar desde hoy.
Hacía rato que Piumato buscaba una razón objetiva para justificar su nuevo universo de aliados judiciales: los magistrados más conservadores. La encontró en los proyectos de ley para reformar la justicia. Por fin coinciden en él la circunstancia exterior y su más íntima voluntad ideológica y política.
El mensaje de Piumato se presenta confuso, pero es inequívoco. Les muestra a los trabajadores el lienzo rojo del ajuste, de la rebaja salarial, de "el sueldo no se toca", para que lo embistan, y una vez que bramó el toro, corre el paño y todos pasan de largo, tras lo cual esperan Momo Venegas, la Asociación de Magistrados, el duhaldismo residual, y esa imprecisa criatura, amorfa, que pueda surgir de la derecha peronista, cuyos márgenes llegan hasta Macri.
Previsiblemente en 2015, y quizás en 2013, ese múltiple espectro opositor tenderá a unirse (desde los "chavistas" del FAP que votarían a Capriles, hasta De la Sota). Quizás así Piumato logre su tan ansiada diputación.
Al obvio comunicado de rechazo a la reforma firmado ayer por la Asociación de Magistrados le faltó un párrafo: su apoyo incondicional al paro de Piumato.
Raro en Tribunales: un plan de lucha gremial con demasiadas garantías.
Difícil que esta vez los jueces eleven a la oficina de personal la lista de trabajadores que se adhieran a las medidas.
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