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Buenos Aires, Argentina
Buenos Aires, Argentina Demetrio Iramain nació en Buenos Aires, en mayo de 1973. Es poeta y periodista. Tiene algunos libros de poemas publicados, otros permanecen inéditos, y algunos textos suyos integran tres antologías poéticas editadas en el país. Dirigió la revista Sueños Compartidos y actualmente, ¡Ni un paso atrás!, ambas de la Asoiación Madres de Plaza de Mayo. Es columnista de Tiempo Argentino y Diario Registrado. En radio, co conduce el programa Pra frente (P’frenchi), en la AM 530, La Voz de las Madres.

jueves, 18 de octubre de 2012


Los 1800 jueves de las madres


El jueves 27 de junio de 1996 las Madres de Plaza de Mayo hicieron una marca en rojo en el calendario: ese día, sus marchas circulares de cada semana cumplían sus primeras mil ceremonias. Estaba Menem todavía, reelegido en la presidencia un año antes.

Sólo las Madres podían ver la luz al final del túnel neoliberal y citar al Che en sus discursos, hablar de revolución y socialismo, y parir aquella consigna que todavía hoy las define, las contiene, las acompaña: ¡Ni un paso atrás! 

Hasta entonces, las Madres sólo medían los años de su lucha mediante otro patrón temporal: las Marchas de la Resistencia y los aniversarios de cada 30 de abril. Pero en ese 1996, en las peores circunstancias, sintieron la necesidad de contar hasta los segundos de esa lucha, el punto y cruz de su entramado, la respiración en la nuca de los poderosos, sístole y diástole de su pasión, quizás para demostrarles a sus enemigos de qué árbol estaba hecha su madera y contagiar de su fuerza a sus compañeros, mayoritariamente jóvenes.  

Dieciséis años más tarde, y en la semana del Día de la Madre, las Madres arriban a otra marca singular: 1800 jueves de marchas semanales, como cumplen este jueves 18 de octubre: 1800 marchas que no son rondas, que giran indefinidamente sobre un mismo punto, sino movilizaciones circulares, ocupaciones políticas de la Plaza de Mayo, que se dirigen hacia el sueño revolucionario de sus hijos e hijas. 

Ahora un gobierno nacional y popular legitimado crecientemente en las urnas, proyecta otro país sensiblemente diferente al hasta aquí conocido. Los desaparecidos son reivindicados. La impunidad llega a su fin, y alcanza hasta los fusiladores de Trelew. Su ¡Ni un paso atrás! da paso a un desafiante Nunca menos. El futuro llegó, quién lo hubiera creído. Tardó 35 años, pero está entre nosotros. Se lo debemos, también, y quizás esencialmente, a ellas, que lo rescataron de entre la peor de las tinieblas, el día que dijeron basta y salieron a la calle, hace 1800 jueves

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